jueves, 23 de septiembre de 2010

Las bragas de la Carbonero

Sara Carbonero ha cometido un par de pecados. El primero, responder a los cánones de belleza actuales por encima de lo que lo hacen la media de periodistas del panorama televisivo español. El segundo, haberse buscado un novio más famoso que ella, llamado Iker Casillas. La penitencia que se le ha impuesto es que se hable más de sus cuestiones personales que de sus aciertos o desaciertos profesionales.

Hasta ahí no hay nada especialmente extraordinario y, de hecho, posiblemente le pueda resultar de utilidad al menos a la hora de explotarlo en el campo publicitario como está empezando a hacer. El riesgo es que hasta una caída accidental pueda ponerle en el candelero y en la portada de algún programa más o menos rosa que lo pueda tratar con más o menos gracia.

Pero lo que desde mi punto de vista no tiene la más mínima gracia es que lo que se resalte de la caída de la periodista guapa novia de portero no sea otra cosa que el hecho de que, en su intento por mantener el equilibrio, haya permitido una vista más o menos clara de su ropa interior. Mucho camino le queda por recorrer al mundo del feminismo y tanto o más al del periodismo si el último tiene que recurrir a robar una imagen furtiva de las bragas de una compañera para captar clientes. Ojalá y se apresuren en recorrerlo.

1 comentario:

Gabriela dijo...

És un problema d'enveja.... si fos lletja i poc intel.ligent no caldria mirar-li les calces...

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