Si alguna vez soy mayor, quiero ser opinador profesional, como los de la tele, que hablan de todo sin entender de nada. Mientras tanto y hasta que alguien decida pagarme por ello, me entretengo compartiendo con quien quiera mis opiniones discutibles.
martes, 27 de julio de 2010
Harto de responsabilidad
Creo que una de las palabras que más he oído pronunciar a nuestros cargos públicos últimamente es "responsabilidad". Lo han hecho cada vez que han anunciado algún recorte, ya sea salarial, de derechos, de servicios, de subvenciones o de lo que sea y lo han utilizado para investirse de una especie de halo que parece darles el derecho de cargarse lo que sea y exigir ser reconocidos por ello.
Parece ser que eso de la responsabilidad se debe poner en práctica sólo cuando las cosas vienen mal dadas, los recursos no llegan para todo y, en consecuencia, toca exigir sacrificios a diestro y siniestro y echarse atrás en los compromisos antes repetidos hasta la saciedad.
Yo me pregunto: ¿Dónde estaba la responsabilidad de nuestros cargos públicos cuando, en los buenos tiempos, decidieron endeudarse más allá de lo que era previsible poder recaudar en el futuro? ¿A qué responsabilidad se encomendaron a la hora de prometer y comprometerse en cosas que se ha demostrado que no se pueden cumplir? ¿fue responsable alardear sin pudor y aprovecharse de un sistema económico basado en un sector que era evidente que algún día dejaría de poder tirar del carro sin procurar una alternativa?
No espero respuestas porque ya las sé. Sólo quería desahogarme porque empiezo a estar más que harto de los excesos de responsabilidad que rezuman las alcaldías, las presidencias autonómicas y los consejos de ministros.
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