martes, 17 de mayo de 2011

La ley de partidos y el eslabón perdido

Nunca hasta hoy me había dedicado a leer, ni parcialmente, la famosa ley de partidos que tan "útil" parece haber resultado en Euskadi pero cuando, después de haber visto por televisión a esa especie de individuo poco más evolucionado que un Cro-magnon que encabeza la candidatura por Manresa, me llegó a casa la propaganda de Plataforma per Catalunya para las próximas elecciones municipales, decidí que tenía que hacerlo.

A estas alturas uno no confía mucho en quienes legislan, pero me imaginaba que no podía ser que se cegasen tanto que hiciesen una ley que, al menos para disimular, no fuese más allá de prohibir los partidos que se pudiesen relacionar más o menos con el terrorismo, sino que tendrían que intentar garantizar el respeto a los principios constitucionales por parte de las formaciones que quisiesen concurrir a comicios.

Y después de leerlo, efectivamente, he constatado que el artículo 9.2. especifica las conductas por las cuales un partido puede ser ilegalizado si se realizan de manera reiterada y grave. En la letra b dice literalmente:


"Vulnerar sistemáticamente las libertades y derechos fundamentales, promoviendo, justificando o exculpando los atentados contra la vida o la integridad de las personas, o la exclusión o persecución de personas por razón de su ideología, religión o creencias, nacionalidad, raza, sexo u orientación sexual."
Y llegados a este punto releo lo que dice el punto 6 del programa electoral del eslabón perdido en cuestión, que dice:

"...En nuestro municipio no cabe ni un solo inmigrante más, ni cívico ni incívico, ni legal ni ilegal."
Y me pregunto si es que la abogacía del estado, o la fiscalía, o a donde correspondan estas cosas tienen demasiado trabajo leyendo estatutos de partidos abertzales como para leer los documentos de estos homínidos que ya se atreven hasta a traspasar la raya que les había hecho camuflar hasta ahora su chenofobia tras la criminalización de la inmigración.

Finalmente respiro más tranquilo cuando recuerdo que uno de los lemas de su cartel electoral reza algo así como: "vota a gente como tú, que piensa como tú". Teniendo en cuenta que el Cro-magnon se suponía extinguido, dudo que quede mucha gente como el tal Pericas y, por tanto, aún guardo la esperanza de que su propuesta acabe en fracaso, aunque ninguna garantía.

Por cierto, tengo claro que he hecho algo que no acostumbro a hacer: faltarle al respeto a alguien. Pero es que creo que el respeto, como tantas otras cosas, hay que merecerlo y considero que no es el caso. Estoy dispuesto a enfrentarme a las denuncias que correspondan y espero tener más apoyos que votos la Plataforma.

No hay comentarios:

Free counter and web stats